SUCEDIÓ EN UNA ENTRADA A CINE, EN UN EVENTO “REGALA`O… EN UNA “ENTIDAD PRIVADA”… Y DONDE MANDABA DESPÓTICAMENTE UN “COORDINADOR” QUE LOGISTICAMENTE IMPONÍA “SU INICUO REGLAMENTO”.
Salí muy a pesar mío de un bazar colegial de mi hija , faltando un cuarto para las tres a fin de estar superpuntual a una película colombiana, que decían los críticos, que la Dirección de Arte, había “sacado pecho” por la película, ya que del resto, pocón…pocón. Legué a eso de las tres y diez; inicialmente me informo a la entrada sobre la película que estaba programada para las 4:30 PM de ese Domingo 1º de Noviembre 2009. Me dicen dos chicos dispuestos allí, que si se estaban cumpliendo con rigurosidad los horarios; que estuviera faltando 15 minutos antes de la hora convenida(4:30 PM); les inquirí confirmación de que era así; me reafirmaron que sí por lo que con tiempo suficiente entre en la sala grande donde proyectaban documentales, cortometrajes y demás; estaba la sala prácticamente vacía, pasaban la historia de unos bailarines de “hip-hop” en un barrio de Barranquilla; me quedo allí faltando un cuarto para las 4PM y salgo para la película por la que me había desplazado con suficiente tiempo.
Con el doble de minutos antes de lo que me habían dicho los despistados muchachitos cuando con sorpresa veo una inmensa “cola” ya establecida para entrar: Bueno…me dije yo; ya tendrán calculado el grueso de público que viene y han racionalizado el cupo según la capacidad de sillas en la sala de proyección. Pasa un conocido que ha ido a informarse y nos dice que hay por lo menos 50 sillas reservadas para invitados, ello me empieza a preocupar, conocedor que soy de la capacidad de la sala y las personas delante y detrás de nosotros; veo si , con preocupación que personas adelante dejan entrar a la fila a amigos y conocidos; y por allí, ninguna de las personas del staff para poner orden, ni mucho menos, alguien de seguridad, que si estuvo de inmediato, al llamado del intimidante y bravucón “coordinador” de la logística.
De la fila entraron tres tandas, además de otros que lo hacían por un lado, supuestamente eran los Invitados. Faltando tan solo tres personas se freno la fila y una señora “escarapelada” como staff, nos informa que ya se había llenado la sala, que inclusive había gente sentada en los pasillos y de pie. Que no podía entrar uno más. Fue cuando salí de la fila y expuse mi caso, y que por favor me buscarán cualquier sitio para ver la película. Exponiendo el caso, como tres veces a diferentes personas, fue cuando salió este personaje, que se identifico como el Jefe del evento y que lo respetara, porque al no recibir recepción a mi justa causa alzaba la voz para que se enteraran los que allí también habían sido burlados. Hubo desde el fondo del corredor, junto a los baños, un “desconocido” personaje del interior que gritaba y se reía de las reclamaciones que yo había iniciado.
El susodicho Jefe Amenazó y llamó a un “guarda de seguridad”, el cual vino y se le explicó el asunto, claro esta que el poco podía hacer para remediar la injusticia; me que de allí un largo rato pero para confirmar, que a pesar de estar, que no le cabía un alma más, como me decían los “certeros” logísticos, entraron como quince personas más, entre invitados(escarapelados) y otros, supongo amigos de los diligentes logísticos.
¿Como es posible que se contraten niños y niñas que carecen del real conocimiento de procedimientos para orientar bien al público convocado? ¿Será que habrán sido debidamente capacitados? o ¿fueron enganchados en la inmediatez del evento? Si hubo una inducción, parece que estos niños pasaron fraudulentamente su examen pues no deberían estar allí, desinformando al público, creando el desorden proclive a vulnerar la participación en un acto social público en igualdad de condiciones, acatando las reglas de juego o reglamento; estos dirigidos por un señor que antes que coordinador de algo serio y cultural, parece un “bravucón de grill de mala muerte”. Por favor, veamos las calidades de quién se contrata.
Según este personaje, parece ser que por él considerar que el espectáculo era “regalado” y el sitio era “privado” y el era el “mandamás” y no le daba la gana de aceptar - según sus altaneras e ignorantes palabras- , yo me tenía que quedar callado y aceptar dócilmente el atropello al que fuimos sometidos y principalmente yo, por estar totalmente desinformado en el asunto del ingreso a la película, donde hubiera sido el primero en la fila y haber entrado sin problemas.
Si es así, en un acto que llama a la cultura, al entretenimiento y conocimiento , al pacifismo por el arte y se permiten tales atropellos a la constitución y pacifica convivencia entre ciudadanos y coterráneos, que se espera de una nación cada vez más polarizada entre unos poquísimos “vulneradores” que quieren poseer en demasía todos los privilegios y otros muchos “vulnerados” y desposeídos de los fundamentales derechos, que hasta se puede negar vilmente el acceso a un sitio que recibe buenas ayudas, tanto del sector público como del sector privado con obligaciones sociales, que en ninguno de los casos son “regalos”, sí, deberes registrados en la constitución y las leyes; y que debieran conocer en su ignorancia supina, todos los connacionales, más, aquellos, que detectan cualquier autoridad.
A tales extremos hemos llegado, si así se promueven buenas acciones y se trata de educar al público, creo que sería mucho mejor no salir de casa y quedarse viendo las “populares y ranqueadas” masacres, torturas y prostituciones de las telenovelas y películas donde matones y putas son los “chachos”, al menos así, no correría peligro nuestra integridad al ser amenazados por “coordinadores de eventos”, “controladores de entradas, “guardas de seguridad” e “Invitado cachaco “burletero”. ¿Solo por exigir nuestros ínfimos derechos… que tal?
Efraín Leal Puccini
efrainleal@yahoo.com
Socio fundador de la Cinemateca
Afiliado a ComBarranquilla
Ciudadano Barranquillero
lunes, 2 de noviembre de 2009
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