SÍNTESIS AMBIENTAL DE LA ZONA COSTERO-MARINA DEL
DEPARTAMENTO DEL ATLÁNTICO.
Algunas consideraciones de
malestares ecológicos en nuestra costa y sugerencias de alternativas de
composición(intervención) para que adquieran su función natural.
Por: Biol. Efrain Leal Puccini, Prof. Esp. 2028 G-18 C.R.A.
En el área marina, correspondiente
al Distrito de Barranquilla, se viene conformando una flecha marina o barra,
denominada ahora como ‘Puerto Mocho 2’ (11° 3.374’N y 74° 51.500’O hasta 11°
4.657’N y 74° 50.968’ O) en el cual se puede inducir vegetación, sembrando
mangles y cocoteros, que le daría un fuerte atractivo turístico, manejado por
el Distrito.
Un mal, que viene ‘in crescendo’,
son las intromisiones(invasiones) con avance de rellenos dentro de los terrenos
de manglar- mas de 12 áreas rellenadas- que implican corte de manglar y perdida
de suelo bajo inundable en el tramo de vía, entre Barrio Las Flores y
Corregimiento La Playa. Existe un avance considerable de intromisión de la
población, primero con ´palafitos’ y luego con rellenos de material pétreo y
arenoso, sobre el espejo lagunar de la ciénaga de mallorquín. Fuerte
contaminación de aguas residuales que llegan por el Arroyo León, arroyos de las
flores y escorrentías del continente.
En Puerto Colombia, una
desaparición paulatina del espejo de agua en lo que fue la extensa ciénaga de
Manatíes, donde habrá que interconectar las lagunetas y partes bajas; e ir
ampliando el espejo de agua y rehabilitar el ecosistema manglárico.
El mar viene erosionando gravemente
toda la playa de Salgar por lo que habría que reconformar la batería de espolones
(9 espolones) en la parte sur, desde el Castillo de Salgar, hasta las playas de
Solinilla.
Quitándole bríos al mar embravecido
(atenuación de oleaje fuerte y aumento de profundidad). Se lograría con la
construcción de dos grandes rompeolas o diques en Punta Sabanilla y Punta Pradomar.
En toda esta parte, desde Sabanilla
hasta Puerto Colombia, inclusive, más en esta última población, se deben anular
los vertimientos de aguas residuales que deben ser conducidas a lugar de
tratamiento, colectarlas y llevarlas mar afuera por emisario submarino.
Existe una ciénaga poco nombrada, la
Ciénaga de la Goleta (10° 58,481N y 74° 59.405’O), que para darle mayor
vitalidad y funcionalidad ecológica hay que unirla a lo que queda de la ciénaga
de Balboa por un canal a través del manglar que las une.
Se ha formado un gran terreno por
acreción marina con 11 kilómetros de perímetro y área aproximada de 3,44
kilómetros cuadrados, donde se podría construir un gran parque manglárico. Por
su característica de suelo joven con canaletas con intromisiones periódicas del
mar (10° 58.644’N y 74° 59.575’O; 10° 57.465’N y 75° 1.970’ O; 10° 57.146 y 75°
1.709’O; 10° 58.094’ N y 75° 0.357’ O).
En Punta Morro Hermoso, de
extraordinario paisaje y visión de todo el litoral, tiene una pobre vía de
penetración y amerita una reconstrucción del antiguo faro y aun, pensando
futurísticamente, en la construcción de un teleférico que baje a la playa en
estación construida en el Gran Parque Manglárico ‘Atlántico 2020.
Está llegando demasiado sedimento
hacia la Ensenada de Puerto Velero, sobre todo por los arroyos: Montemar,
Trebal y Cielo; como por las escorrentías que llegan desde las construcciones de
la carretera y las urbanizaciones del Morro y alrededores.
Para este caso, se tendría que
prever la construcción de una gran trampa de sedimentos, como una gran laguna o
dársena paralela a la ribera que serviría también como un vivero de manglar,
que recuperaría todo el ecosistema manglárico de la zona, hoy en franco deterioro.
Hay mucha sequía y desertización de
nuestra franja costera (Atlántico), que podría rehabilitarse bajo un programa
de construcción de reservorios (Jagüeyes, represas y lagos) con vista a
revegetalizar potreros, cultivos, bosque seco y manglar.
Darle mayor relevancia en su valor
ecológico al Arroyo Caimán, que revitaliza todo su entorno y va a alimentar con
sus aguas dulces a la ciénaga de Arroyo Hondo (Cga. Caimán) que debe
rehabilitarse ecológicamente, aportándole circulación en su cuerpo hídrico con
canales profundos de entrada y salida de agua marina.
De igual forma, ‘poner los ojos’ en
el potencial ecológico, turístico y económico del Arroyo Caja; su desembocadura
entre la Urbanización Playa Mendoza y Turipaná (10° 54.044’N y 75° 2.683’O).
Se está erosionando fuertemente,
Punta Ferú, que le hace ‘sombra’ del fuerte oleaje que está últimamente
ocurriendo en el balneario de Santa Verónica. Como medio de contrarrestar esta
transgresión marina, sería, construyendo un gran dique o rompeolas, partiendo
desde la misma Punta Ferú o entre esta y la desembocadura del Arroyo Juan de
Acosta.
En general, hay una falta de acceso
libre a las playas marinas, desde Punta Fray Domingo (10° 51.744’ y 75° 7.818’O)
hasta Punta Astilleros (10° 49.113’N y 75° 12.505’O).
Existen algunas ‘servidumbres’
constituidas, pero hoy taponadas y sin franco tránsito, por lo que hay que
destaparlas y pavimentarlas.
En ‘Salinas del Rey’ existe la ciénagueta
‘La Salina’, que amerita rehabilitarla ecológicamente, extrayéndole sedimento,
que reciba y llene periódicamente con aguas de escorrentía pluvial.
Finalmente, y no es por quitarle
importancia, está el interesante tema de rehabilitar ecológicamente la ciénaga
de Astilleros, hoy en franco deterioro por los diques carreteables construidos
en su perímetro y la abundante acumulación de médano en su cauce, que, para su
estructuración y funcionalidad ecosistémica, hay que extraerlo y permitir, por
la relimpia de los caños o arroyos que le aportan agua dulce.
De igual forma, la ciénaga del
Totumo, invisibilizada por todas las autoridades departamentales, ambientales y
territoriales, se debe configurar su ‘Ronda Hídrica’ y bajo un estratégico
programa de dragados, extraerle material que la viene colmatando y amenaza con desaparecerla.